Un día parada dentro de una tienda departamental, observaba el escaparate donde había
unos diseños de blusas que realmente llamaron mi atención, los colores parecían que
brotaban de las aguas de un cuento y sea de paso tenían un olor de libertad, porque ¿sabes
que los colores tienen su propia textura, aroma y esencia?
Entré al recinto y cuando me dirigía a tomar una blusa para probármela, era color bermellón
y olía a vino, una mezcla de manzana, madera y frutos, la señorita dependiente de forma
muy brusca me dijo:
– Es imposible que pueda usted pagarla… mientras lo decía me miraba de abajo hacia arriba
y viceversa,
Al escuchar esas palabras sentí el impulso de soltar un improperio, pero ¿Qué caso tenía?
¿Devolverle su basura? ¿Su enojo?…
Retiré mis manos de la blusa, di un paso hacia atrás, gire hacia ella y le argumenté:
-Tienes razón, no podría pagarla, pero la belleza cuando se ve, hay que tocarla, para
imprimir en la huella de los dedos la textura, guardar el aroma en la memoria y a la luz de
los ojos capturar el momento, lamento que no puedas ver el mundo con otra mirada, y
sobretodo…que menosprecies a tu prójimo.
Ella argumentó que, si yo la dañaba, ella la pagaría por no cuidar la mercancía…
-Tienes razón, pero lamento que minimices tu gran valor por los deseos maquiavélicos de
otro más…
Disculpa, haber interrumpido tus órdenes…
Salí de ahí… ella me grito varias palabras subidas de color…
En la forma de pedir está el dar, lamento que ella no pueda dirigirse con amabilidad, que su
día haya sido gris y que no deje salir la luz de su corazón… si ella me hubiera pedido de
otra forma las cosas quizá hubiera regresado cuando tuviese el dinero, pero no, ni
teniéndolo alimentaria el ego del dueño. Y de un empleado así.
¿Te has dado cuenta porque existe la violencia? por esas palabras que esperan que se les
responda, que con el mismo puñal se cercene el alma y la piel del otro, que devolvamos la
canasta con basura, lo mejor es no hacerlo, y esa vibración que se deshaga en el tiempo…
En este tiempo de consumismo lamentablemente podemos ver desventajas en ofertas,
competencias e intereses que van más allá de una venta, es saciar el hambre de poseer bajo argumentos de si no lo tienes no serás pro, estar a la moda o cualquier modismo que se utilice.
Quizá este tiempo sin tanto contacto social nos sirvió en algún punto para aquilatar a los
demás, sin embargo, nos hemos relajado nuevamente y estamos en esa cacofonía se
emociones y sentimientos que embriaga la razón volviéndonos autómatas e inhumanos.
Una prenda es quizá la meta de un objetivo, y una vez cumplido es continuar con aquellas que nos fortalezcan aún más.
¿Qué sentiste cuando la señorita respondió así? ¿Te han menospreciado en tiendas
departamentales por no vestir chic? ¿por tener una filiación biológica diferente? ¿un credo
o preferencia sexual? Simplemente por no oler a loción o perfume caro y vestir también
igual,… déjame decirte que ellos son los que están mal porque todos acabaremos en el
mismo lugar y nos llevaremos lo mismo NADA!!! Y hablo lo material ya las obras y el amor dependen de nuestras creencias y eso es otro boleto.
En este año que termina se agradecido por quien estuvo contigo en los momentos más
oscuros, en los silencios y en las fiestas también aquellas donde es alegría, amor y
satisfacción, lo que des que sea de corazón.
Y por último
¿Tú cómo respondes? A una acción así…
Carito Figueroa
Socia de Papayahot