Estamos rodeados de símbolos y mensajes, viviendo inmersos en un mundo donde los mensajes van relacionados con situaciones diversas muchas veces materializándose y damos una relación de valorización fuerte que dejamos a un lado la cuestión ilusoria tratando de explicar científicamente lo que sucede, por ello restamos importancia a los impulsos externos que efectivamente afectan nuestro interior, por ello podemos ver los dos tipos de depresión la endógena y exógena.
Cuando nos enfocamos solo a lo tangible perdemos la maravillosa oportunidad de comprender que un signo gráfico más allá de un trazo, se imprime la espiritualidad misma del escribiente por ello debemos ser objetivos siempre, pero al detectar un foco rojo ser empáticos para tratarlos y la interpretación misma nos llevará al meollo del problema que afecta o no al sujeto de estudio.
Recordemos que un signo como se ha mencionado en artículos anteriores no determina nada, es solo un punto de arranque que si se hace desde el punto científico se puede llegar al siguiente punto. Cuando trasciende un dictamen es la respuesta a la mirada que hemos hecho no físicamente, sino que descubrimos las señales y sobre todo se interpretaron de un modo asertivo donde se confirma que las elecciones del escribiente fueron lo que le llevaron a la disyuntiva de una carrera, una pareja, o simplemente el nivel de autoconocimiento por nombrar algunos.
Existe un sin fin de símbolos ante nosotros por ello en ocasiones el grafismo subyace y es impulsado por el deseo simple de imprimir una huella en un test proyectivo que va dirigido para establecer ese match interno porque somos un odre contenedor de verdades profundas individuales y colectivas.
Esto nos permite evolucionar o involucionar influenciados por el ambiente que nos permite enfrentar los devenires o eludirlos..
La firma y el texto hablarán del ambiente íntimo y social en ello vemos el equilibrio en todas sus áreas o cual es aquella que necesita más atención.
Los grafismos nos hablan del dolor, del amor, de la capacidad de relacionarse en tú a tú o simplemente de la soledad misma que experimenta y por ello evade el contacto humano.
Cada uno de nosotros somos co-creadores de una realidad que afecta al otro.
Cuando permitimos que una visión se nos abra ante nosotros podemos sanar.
Claro, es necesario querer hacerlo.
Por eso debemos ser impecables con las palabras que emitimos, CUANDO LAS PALABRAS MATAN…
Al hablar de o decir una frase va impregnada de sentimientos que son pieza clave para la convivencia o el rompimiento en una relación de cualquier tipo, no es necesario que sea sólo de pareja, puede existir una abismo entre padres e hijos, hermanos, amigos, vecinos que muchas veces son insondables y los puentes que se pudiesen construir quedan muy endebles
pues cuando más profunda es la herida más difícil es construir los soportes necesarios pues son dolores muchas veces que se detonan como es vieja canción que traemos en la memoria pero no recordamos el título y nos acompaña durante largo tiempo.
Desde una lucha de egos, de posición de mando o hasta por banalidades las palabras van matando poco a poco hasta que llega el punto que el corazón se anestesia desconectándose de su derredor, mirando la vida pasar como un tren cuyo destino no nos corresponde o si, pero ante nuestra indiferencia no lo vemos.Las palabras tienen una fuerza inconmensurable para sacar como coloquialmente decimos del hoyo o para ser la estaca en el pecho, todo depende de quien afloran y cómo pueden germinar en los campos del trigo del alma o ser cardo, pues no es lo mismo un amor que condiciona como ejemplo: SI NO HACES ESTO… YA NO TE VOY A QUERER, dicho de un padre o madre a un hijo, pega en la autoestima del menor llevándolo a desvalorizar al punto que debe ser alfombra para ser aceptado o querido por X o por Y persona aunque sea en detrimento de ella misma.Padres que a sus hijos les escupen literal que truncaron su vida, cuando nadie pide venir al mundo, ¿Cómo te sentirías si tu propia madre te lo dice? o ¿Tú padre maldice la hora en que naciste? Exacto… herida mortal que es muy difícil de sanar, aunque se trabaje, estará presente pues el vínculo psicoafectivo es muy profundo.
Nosotros debemos asumir nuestra responsabilidad también cuando decimos algo con dolo a otra persona, queremos desquitarnos de la persona que “nos la debe” así entre comillas depositando en el otro nuestra carga, cosa que no es correcta, cuando no tengamos algo bueno que decir lo mejor es callar.
Siguiendo en este tenor los padres son los responsables de los primeros 07 años de vida del infante para formar un ser humano congruente, amoroso, empático y forjan parte de su carácter dándole las herramientas necesarias para ser funcionales en la vida adulta, pero si durante esos primeros años sufrió vejaciones, hambre afectiva, maltrato de todo tipo llevará al individuo a ser incongruente con su entorno y entonces el círculo de violencia es interminable.
Por ello tenemos sujetos enfermos de odio, dolor, corazones desquebrajados hasta lo más profundo, almas que se minimizaron y escondieron en las profundidades para no sentir más dolor, ello es el resultado de la violencia excesiva de nuestra sociedad.
Todos hemos sido de víctimas de violencia directa o de daño colateral, las heridas que cargamos son puntos que nos llevan a nuestro destino, sin ellas no creceríamos y buscaríamos la manera de romper patrones de suplicio.
Te invito a que antes de matar a alguien con una palabra, seas asertivo y pensar… ¿Cómo me sentiría yo sí…? completa la frase… Si has experimentado tanto dolor que estás a punto de romperte busca ayuda profesional, afianza tu fe a una creencia, la que tú desees, mejórate y constrúyete todos los días…
Las saluda
Carito Figueroa
Socia PapayaHot.Mx